2 - ¿Cómo se forman las rocas?

Las rocas se forman de diferentes maneras. Los geólogos distinguen tres familias: rocas ígneas, rocas sedimentarias y rocas metamórficas.

Las rocas ígneas

Estas rocas provienen de la cristalización de un magma. Se distinguen 3 casos: rocas plutónicas, filonianas y volcánicas. La velocidad de enfriamiento del magma define el tamaño de los minerales de la roca resultante. Cuanto más lento es el enfriamiento, más grandes son los cristales (el geólogo habla de textura granular). Cuanto más rápido es el enfriamiento, más pequeños son los cristales (el geólogo habla de textura microlítica).

Las rocas plutónicas se originan por el enfriamiento lento de un magma en profundidad. Estos magmas se emplazan en diferentes contextos. Los gabros constituyen la parte inferior de la corteza oceánica. En cuanto a los granitos, y más ampliamente los granitoides, se forman en el corazón de la corteza continental en contextos de subducción o colisión (formación de cadenas montañosas). Los granitos y los gabros presentan una textura granular. Los gabros evidencian la existencia de un antiguo espacio oceánico, y los granitos bretones testimonian dos orogenias (oro- significa relieve en griego): la cadena cadomiense (650 Ma* - 540 Ma*) y la cadena herciniana (360 Ma - 300 Ma).

Ma: millón(es) de años

Las rocas filonianas se forman en la periferia de los plutones o cerca de la superficie, bajo los aparatos volcánicos. Estos cuerpos magmáticos son pequeños, estrechos y su enfriamiento es bastante rápido. La textura es microgranular.

Las rocas volcánicas son rocas ígneas superficiales y constituyen los volcanes. Pueden ser muy diversas según la naturaleza del magma (su composición, su temperatura) y el lugar donde emerge. En Bretaña afloran antiguas coladas de lava submarina (almohadillas de lava basáltica) o antiguos depósitos de productos volcánicos de erupciones explosivas. Por tanto, Bretaña fue volcánica en diferentes períodos.

Las rocas sedimentarias

Estas rocas se forman en cuencas naturales: llanuras, lagos, océanos. Resultan de la acumulación de sedimentos de tamaños variados: cantos, arenas, limos, barros arcillosos o carbonatados y restos de organismos. Estos materiales, en parte, proceden de la erosión de los relieves. Los sedimentos se acumulan en capas superpuestas horizontales y, poco a poco, se convierten en rocas sedimentarias coherentes mediante una serie de procesos que los geólogos agrupan bajo el término diagénesis. Punto común a todas estas rocas: pueden contener fósiles. Estos fósiles nos informan sobre el ambiente de depósito. En el terreno, estas rocas son fáciles de reconocer por su estructura en capas (sinónimo: estratos).

Las rocas metamórficas

Cuando rocas existentes (ígneas, sedimentarias o incluso metamórficas) son sometidas a condiciones físicas diferentes (aumento de temperatura y/o presión), los minerales y las rocas se transforman. Esto es lo que los geólogos llaman metamorfismo: el “cambio de forma”. Algunos minerales desaparecen, otros aparecen porque son más estables en las nuevas condiciones. Los minerales se orientan según la dirección de las fuerzas a las que están sometidos. Todas estas transformaciones ocurren en estado sólido.

El ciclo de las rocas

Las rocas que constituyen la corteza terrestre (litosfera) evolucionan constantemente debido a la dinámica de las placas litosféricas (tectónica de placas), pero también a la presencia en la superficie de una atmósfera propicia a su degradación natural.