El mar destruye: excavación de bahías y ensenadas en las rocas blandas (esquistos), formación de calas estrechas en las rocas fracturadas y falladas, individualización de cabos y promontorios formados por rocas duras (cuarcitas, doleritas…).
El mar construye: acumulación de bloques, de cantos rodados, depósitos de arenas…
La erosión marina, la naturaleza y la estructura de las rocas contribuyen al carácter pintoresco de este litoral donde se alternan cabos y bahías.
Lugar: del cabo de la Chèvre hasta la punta de Pen-Hir.
Foto: Yves CYRILLE.